En la cantina del club de mar, se gestó la Fundación Joves Navegants. Patricia Bullock y Kevin
O’Reagan pusieron los cimientos de una entidad que busca aliarse al mar para hacer de él
escuela y terapia. Han pasado veintiséis años, tiempo suficiente para hilvanar historias de miles
de jóvenes que se han formado en el mundo de la navegación a través de salidas por las
Balears.
Tanto Bullock como O’Reagan creyeron firmemente en el llamado ‘sail training’, el mar como
aula de entusiasmo para aprender a trabajar en equipo. Y el tiempo les ha dado la razón. Joves
Navegants no es un lugar de encuentro de solitarios, es un espacio donde el mar y la náutica
estimulan lo colectivo.
En esta historia, el papel clave lo tienen las personas y también el ‘Galaxie’, un queche
diseñado por el arquitecto naval Dominique y construido por Jean Pugliese en 1979. Es un
velero de 21 metros, con capacidad para doce personas, que fue concebido para dar la vuelta
al mundo, algo que llevó a cabo en dos ocasiones.
Patricia es testigo de los vaivenes de la historia de Joves Navegants que hoy pasa por un
momento de renovada ilusión gracias a la incorporación de un nuevo equipo de voluntarios.
Todo aquel que quiera verlo puede acercarse al club de Mar, que desinteresadamente le cede
un amarre a este orgulloso barco que el 2018 se ha renovado para mejorar su navegación.
En 2017 y 2018 participó de nuevo en la Ruta de la Sal en Eivissa donde le dieron el premio a
la Solidaridad; también la Asociación de Navegantes del Mediterráneo otorgó a Joves
Navegants un diploma de socios de honor «por su amplia y gran labor social». A finales de
noviembre de 2018, Gaceta Náutica anunció la distinción especial en sus premios Timón que
se concederá en la gala de diciembre a la asociación por el proyecto Mar de Joves.